Tras decretar su quiebra por deudas impositivas, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) solicitó a la justicia que Ciccone Calcográfica sea sometida a la órbita de la Casa de Moneda, en lo que sería una virtual estatización.
Pero
ahora, la firma sería operada transitoriamente por el Estado porque según jefe
de la AFIP, Ricardo Echegaray "el Estado necesita que se sigan imprimiendo
documentos y las máquinas y los empleados
están". "Le pedimos al juez la continuidad de la explotación a
cargo de la Casa de Moneda",
explicó Echegaray, en dichos divulgados por La Nación días atrás.
La
acumulación de una deuda millonaria por parte de su principal cliente, el
Estado nacional, en 2001, y las
consecuencias de la devaluación de 2002, que mantuvo dolarizados los costos pero pesificó los
ingresos, fueron letales para la empresa.