Desde el año 2001 hasta ahora, creció mucho la confianza en cuanto a consumir a
través de la web. Esta creencia se traslada también al turismo on line.
En la actualidad, antes de hacer un viaje, casi todos los viajeros realizan por lo menos su primera consulta previa en Internet (ya sea para obtener información del destino, de hoteles, de excursiones, etc.), aún en los casos en los que al final compran en una agencia de viajes. Hoy los viajeros se sienten mejor si consiguen información y establecen contactos en forma directa, y no a través de lo que les propone un agente de viajes. Y de hecho, en el último año las reservas de turismo por Internet crecieron un 40%.
A nivel contexto, en estos años hubo un incremento muy fuerte del turismo interno y del receptivo. Esto se debe sobre todo al cambio en el valor de la moneda, pero también es cierto que el sector se renovó y profesionalizó, y en general hay mucho mejor servicio. Muchos destinos surgieron gracias a estos factores, pero la masividad y la cantidad de posibilidades que brinda la web también contribuyeron al florecimiento de plazas pequeñas, que de otra manera quizá permanecerían todavía en el anonimato.
Hay muchísimos ejemplos de nuevas propuestas turísticas que, acompañando el desarrollo de los servicios con publicidad e información en la web, lograron posicionarse como una opción interesante y válida frente a los destinos tradicionales.
Para esto, fue fundamental tener en cuenta el perfil del nuevo viajero.
¿Cómo son los turistas 2.0?
La fascinación por las tecnologías es lo que caracteriza a estos e-turistas, que además de comprar viajes por Internet:
- Se manejan con autonomía. Ahora los intereses individuales predominan en el turismo, y cada agencia se adapta a las necesidades de un tipo de perfil. Más destinos, más alternativas de ocio y también mejores precios, que se adecuen a los recursos económicos. Además, en lugar de adquirir simples opciones de ocio lo hacen con la mentalidad de estar comprando una experiencia vital, que debe obedecer a sus perspectivas como tal. Son exigentes.
- Se documentan: este nuevo tipo de turista no pierde tiempo y evita las agencias de viajes tradicionales. Accede a la información a través de las agencias on-line, la suscripción a newsletters, los contenidos RSS y los principales puntos de opinión en Internet. Las recomendaciones llegan también desde otros usuarios que cuentan sus propias experiencias a través de blogs, foros, redes sociales, comunidades, comentarios …
- Encuentran mejores precios: su agilidad a la hora de navegar por Internet les hace estar más informados de las últimas ofertas, y contrastar más rápido los precios entre distintas agencias. La red se convierte en una vidriera competitiva económicamente en tiempo de crisis, y los e-turistas saben detectar el mejor momento para viajar al menor precio. Se suscriben a las newsletters para conocer ofertas de último minuto y hacen búsquedas comparativas.
- Son expertos en lo “gratis”: están a la caza y captura de ofertas y servicios gratuitos. Buscan información sobre los trucos para viajar más barato, cuándo visitar monumentos de forma gratuita, consultar guías de transporte, o incluso diccionarios on-line para no perderse en ningún punto del planeta. También aprovechan los servicios al cliente, como el chat online de www.lastminute.com, que es completamente gratuito, o en Argentina www.oportunista.com, que tiene una web de precios en caída.
- Lo comparten todo. Forman parte de comunidades virtuales y tienen vida on-line: se acabó el mostrar el álbum de fotos y videos a toda la familia. Viajando solos o en compañía, su experiencia se comparte con todos aquellos que les interese con formato boca-oreja o a través de su canal on-line (blog, fotolog, foro, perfil social …). Incluso pueden coordinar viajes con ciber-amigos que no residen en el mismo país o provincia.
- Han jubilado el papel: usan pocos mapas y pocas guías tradicionales. Lo de desplegar un mapa y no saber devolverlo a su posición inicial hoy es muy poco usual. El soporte para moverse por la ciudad es el teléfono móvil, equipado con sistema de localización por mapas o un GPS vía móvil y en el coche.
Además de esto, son:
· Más informados.
· Sensibles socialmente: preocupados por el medio ambiente, con intereses culturales y deseo de contacto con la naturaleza.
· Interesados por destinos o experiencias no convencionales, como turismo aventura y vacaciones personalizadas.
· Tienen un nivel socio-económico y cultural medio-alto.
· Les gusta decidir acerca de las opciones del viaje, prefieren que no le den todo armado.
· Buscan enriquecerse. No viajan sólo para comentar donde han estado.
· Personas consecuentes con su vida, aprovechándola al máximo con actividades y ocupaciones (muchas de ellas en grupo), para aprender de los demás, compartir, experimentar, etc.
Finalmente, el e-turista sabe cuáles son los cuidados que debe tener al adquirir servicios turísticos por Internet, como comprobar que la empresa a la que contrata esté debidamente habilitada por el organismo correspondiente (el Ministerio de Turismo en el caso de las agencias de viaje, por ejemplo). Y si se trata de abonar con tarjetas de crédito, elige relacionarse con sitios que trabajan con plataformas de pago, como por ejemplo DineroMail.