A pesar de que el gobierno uruguayo ya optó por la norma europea de TV digital (DVB-T), Japón envió una delegación de siete miembros para que Uruguay intente cambiar de opinión en cuanto a la norma adoptada para emitir TV digital.
Entre
la semana, la delegación japonesa, encabezada por el viceministro de Asuntos
Interiores y Comunicaciones de Japón, Tetsuo Yamakawa, se reunió con el
secretario de Presidencia, Alberto Breccia; el canciller Luis Almagro, el
ministro de Industria, Ernesto Kreimerman; el subsecretario de Industria,
Edgardo Ortuño, y el director de Telecomunicaciones del Ministerio de
Industria, Gustavo Gómez.
En diversas
entrevistas, la delegación japonesa quiso interiorizarse por las ofertas
europeas de julio pasado, cuando una delegación de la UE ofreció al gobierno
uruguayo incrementar en 3 millones de euros el apoyo económico, que se sumaría
al aporte inicial de 690.000 euros para la compra de equipamiento y
capacitación de personal.
"Hemos
tomado nota de esas consultas y vamos a estudiarlas para hacer una ampliación
de las propuestas de cooperación que queremos hacerle a Uruguay", afirmó
Yamakawa a El País.
Por
su parte, la cooperación que Japón ofrece hasta el momento consiste en el envío
de expertos para participar en el proceso de instalación de la Televisión
Digital Terrestre (TDT) en Uruguay; la capacitación de técnicos uruguayos en
Japón y en Uruguay; la exención del pago de regalías de las patentes ISDB-T; el
suministro de equipos para la radiodifusora estatal a fin de comenzar las
emisiones de TDT, y el financiamiento para la compra de transmisores y equipos.
Según
Yamakawa, una de las ventajas de optar por la norma japonesa consiste en que
los receptores serán sensiblemente más económicos que los de la opción europea.
Afirmó que la norma japonesa está instalada en un mercado de aproximadamente
400 millones de personas, por lo que la producción masiva de los transmisores
bajará su precio. La norma europea, en tanto, abarcará en el continente un
mercado de no más de 50 millones de personas entre Uruguay y Colombia.
Es
de recordar que Uruguay y Colombia son los únicos países de América del Sur que
no eligieron la tecnología japonesa (ISDB-T).
Vía
El País