Uno de los principales retos para las organizaciones en los próximos años consistirá en entender que preguntarse “qué hacemos bien” es absolutamente irrelevante.
No importa qué estés haciendo ahora, ni en qué
producto o servicio seas excelente, porque tu dominio de excelencia puede ser
puesto en cuestión por sorpresa desde cualquier lugar del mundo, en
prácticamente cualquier momento. Hoy puedes ser el mejor fabricando lámparas,
pero mañana mismo, en algún lugar de China o Corea, puede aparecer alguien que
lo haga mejor. Así, pues, la pregunta que emerge como realmente relevante es:
“¿qué sabemos hacer bien?” Porque no importa lo que hoy hagamos, sino lo que
sabremos hacer en el próximo futuro. Se trata de una pregunta que requiere de
un análisis de mayor nivel y que no es nada fácil responder.
Un par de ejemplos pueden ayudar a entender la cuestión.
Dainese es un fabricante italiano de ropa y complementos para motoristas. Hacen
monos de tela o de cuero para personas que están muchas horas sobre una
motocicleta. Pero ahora han descubierto que algunos de sus conocimientos, en la
línea de cómo fabricar vestidos resistentes, cascos, o tortugas para proteger
la espalda, tienen aplicación en otros campos como, por ejemplo, el esquí. Si
esta empresa se anclase en el “fabricamos ropa para motoristas” perderían la
oportunidad que resulta de entender que “sabemos fabricar productos de
seguridad para deportes arriesgados”, un negocio totalmente distinto.
Otro interesante ejemplo nos lo brinda la empresa Santa Cole. Conocida por su edición de lámparas para interior, es también una
empresa de éxito en su línea de mobiliario urbano (bancos, farolas, etc.).
Recientemente ha lanzado una nueva división que, en principio, podría
sorprender: la División Forestal. Ahora en su catálogo podemos encontrar
árboles presentados no como un producto de jardinería sino como un elemento más
del diseño urbano. El know-how de cómo humanizar una ciudad desde elementos de
diseño, les ha permitido hacer ahora una propuesta a los responsables de
compras de los ayuntamientos en la línea de que un árbol es, en realidad, un
elemento más, aunque vivo, del mobiliario urbano. Su gusto en las propuestas de
cómo hacer de una ciudad un espacio habitable, agradable, satisfactorio, les da
autoridad como excelentes proponedores de un sistema integral de urbanización
del espacio (mobiliario + árboles).
Un último ejemplo: la empresa sueca Stokke, autora de un
clásico instantáneo, la silla para niños TrippTrapp, cuya genialidad es que
“crece con el niño”, ha aplicado ese mismo concepto a un carrito de niños (un
negocio lejanos al de los muebles), el Xplory.
Explorar las orillas del negocio, es decir, aquellos
espacios que, sin ser exactamente lo que haces hoy, entran dentro de lo que
puedes hacer mañana de acuerdo con tus conocimientos diferenciales, puede
convertirse en los próximos años en un interesante mecanismo de aprovechamiento
de las oportunidades de negocio.
Alfons Cornella es Fundador y Presidente de Infonomia, la red
de referencia en lengua española sobre innovación en las organizaciones.
“Nacido en Barcelona, licenciado en Física, mi primer
trabajo tuvo que ver con la divulgación científica (escribí centenares de artículos
sobre ciencia y tecnología para una enciclopedia). Más tarde trabajé
organizando de la nada un centro de información en un parque tecnológico. Allí
entendí que la gestión de la información en las organizaciones era el gran
reto, y decidí pasar un tiempo aprendiendo más en Estados Unidos. Un centro de
información empresarial, y muchas horas formando a directivos sobre las
posibilidades de esta nueva disciplina, me llevaron directamente a crear
Infonomia.com.”
Artículo publicado originalmente en co-society