La venta de libros digitales (también llamados eBooks) está creciendo en todo el mundo. En Cataluña y en España no se tiene la percepción de este crecimiento, pero si nos fijamos con los países más desarrollados en nuevas tecnologías, como Estados Unidos, nos damos cuenta de que el libro digital se está consolidando de manera notable.
Desde principios de 2011 hemos recibido pequeñas noticias
que reafirmaban esta tendencia. Así, por ejemplo, el grupo Hachette USA
informaba que el total del negocio de libros digitales ya representa este año
cerca del 23% de volumen total de su negocio, y Amazon comunicaba que por
primera vez en su historia, las ventas en formato Kindle habían superado las
ventas en rústica desde el portal Amazon. Ahora, habiendo estudiado los datos
publicados en el último informe de la Association of American Publishers, se
puede afirmar que el impacto del libro electrónico en el sector del libro en
EEUU es una realidad creciente.
Según estos últimos datos, en febrero de 2011 las ventas de
libros digitales han crecido el 202,3%, y las de audiolibros (descargados) el
36,7% . La noticia más significativa es que durante el mes de febrero los
libros digitales se han situado en el número 1 del ranking de ventas en todas
las cinco categorías comerciales de títulos vendidos a través del canal de
librerías: tapa dura, rústica y bolsillo para adultos, y tapa dura y rústica
para niños y jóvenes. En estos momentos, y según este informe, las ventas de
libros digitales ya han alcanzado 90,3 millones de dólares, lo que representa
más del 9% del total del mercado del libro.
Entre los argumentos para explicar este crecimiento, el
informe apunta que durante la campaña de Navidad se regalaron muchos
dispositivos de lectura de libros digitales (también conocidos como e-readers),
lo que comportó de rebote un incremento en las ventas de libros. Además, este
incremento de ventas también ha sido favorecido por una más amplia oferta de
títulos disponibles, por la aparición de nuevos dispositivos, como el iPad, y
por una mayor oferta de aparatos dedicados a la lectura mejorados y a mejor precio,
como por ejemplo el Nook de Barnes & Noble o la tercera generación del
Kindle de Amazon, que se consolida como el dispositivo de lectura más vendido.
Aunque Amazon no ha hecho públicos los datos sobre el número de aparatos
vendidos, se estima que ostenta, como mínimo, el 50% de cuota de mercado.
La mayoría de los dispositivos dedicados a la lectura
existentes en el mercado utilizan la misma tecnología de tinta electrónica (con
pantallas no retro iluminadas, que no cansan tanto la vista como las
retroiluminadas), y a nivel de prestaciones se diferencian poco: la pantalla es
más o menos la misma (en algunos casos mejor; en otros, peor). Por lo tanto la
gran diferencia radica en el proceso de compra, y que en el caso del Kindle es
especialmente fácil y rápida. Dado que la gran mayoría de dispositivos lectores
de tinta electrónica necesitan de un ordenador para efectuar la descarga, la
autenticación de los libros en formato ePUB para el control antipiratería es externa
al aparato, y el proceso de venta se hace demasiado pesado y largo.
Sin embargo, en Europa, el peso de la venta de los libros
digitales sigue siendo marginal. Según el informe publicado (abril 2011) por el
Observatorio de la Lectura y el Libro, organismo que depende del Ministerio de
Cultura, titulado Situación actual y perspectivas del libro digital en España,
la edición digital se ve en Europa más como un paso atrás, dada la fuerte
inversión inicial y la escasa rentabilidad a corto plazo. Por otra parte, los
lectores se encuentran con barreras a la hora de adquirir los dispositivos
lectores: incompatibilidades derivadas de los formatos, restricciones y
complicaciones impuestas por los sistemas de gestión de derechos, elevados
precio de los dispositivos dedicados a la lectura y limitación en volumen y
precios de la oferta de contenidos.
¿Llegará a consolidarse el libro electrónico en Europa?
Creemos que sí. Pero sólo se consolidará si las editoriales apuestan por
sistemas que faciliten la compra (o el acceso) de libros digitales a los
lectores y compradores habituales de libros, en sus lenguas propias. En este
sentido, recordamos que hace apenas unas semanas Kindle estrenó tienda de
libros en Alemania, y convierte así en la primera librería Kindle en lengua no
inglesa fuera de Estados Unidos. En este proceso de adaptación al entorno
digital, las editoriales europeas, sobre todo las medianas y pequeñas, también
deberían replantearse los sistemas de distribución comercial y de precios, que
priman los intermediarios por encima de los lectores.
Iolanda Bethencourt es Directora de derechos de autor y
comercio exterior de la editorial Enciclopèdia Catalana, con larga experiencia
y responsabilidades diversas en el sector editorial del libro: redacción,
edición, derechos de autor, propiedad intelectual y marketing.
Licenciada en Geografía e Historia, con estudios de
informática e idiomas (inglés, francés, alemán y ruso). Codirectora de
BEAT.cat, Observatorio de la edición digital, una web / blog que trata sobre el
impacto de las nuevas tecnologías en el mundo de la edición.
Artículo publicado en el blog de ESCACC (Fundació Espai
Català de Cultura i Comunicació)