Varias emisoras brasileras de radio de Foz de Iguazú fueron denunciadas por instalar antenas clandestinas en terrenos públicos y privados de Puerto Iguazú, sin que mediara autorización gubernamental alguna.
Con el patrocinio del abogado Martín Brites, un grupo de vecinos presentó un recurso de amparo ante el Juzgado Civil y Comercial de Iguazú para solicitar una medida cautelar. Pero el titular del tribunal Ricardo Gerometta no hizo lugar a la petición.
Desde 2007, la población de Iguazú efectúa denuncias ante la policía de Misiones, la Policía Federal, la Policía Aeronáutica, la Gendarmería, la Prefectura Naval, las delegaciones de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) y de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Asfca) y ante legisladores y funcionarios comunales.
Las torres, algunas de las cuales alcanzan hasta 70 metros de altura, están al lado de viviendas sin medidas de seguridad, por lo que las antenas corren peligro de derrumbe.
Según los denunciantes, los brasileños vinculados con las radios cuyas antenas están instaladas en Iguazú cruzan la frontera en camiones en los que traen sus obreros, maquinarias y enormes pedazos de hierro que montan rápidamente en terrenos tanto privados como públicos. Así lo denunciaron a La Nación los vecinos Florencia Alvarado, Claudio Haase, Guillermo Guidi, Ofelia Echeverría y Ramón Centurión.
Según comentaron a La Nación, el intendente Claudio Filippa les ha explicado, ante sus reclamos, que no puede hacer nada porque ninguna ordenanza municipal impide la instalación de antenas “truchas”.