
Es significativo observar cómo en los últimos años, el concepto (y la palabra) sostenibilidad, se ha visto cada vez más presente en comunicación, acciones de marca y producto, política, comunicación corporativa y en la calle. En mi opinión, es una adopción que hemos hecho el público general al observar cómo este concepto se ha alineado a empresas y grupos de interés que buscaban la diferenciación, como una forma de tangibilizarla ecología en buena parte del mundo empresarial y como un concepto que transmite muy bien la idea de “ser razonable y responsable” en el uso de los recursos.
Tal es así que los españoles (64%) y el mercado italiano (66%) consideran la sostenibilidad como un elemento muy importante a nivel social, superando la media europea (56%).
Es revelador observar como el concepto de sostenibilidad, no solo gana en relevancia sino que ha ganado en interiorización.Los españoles hemos pasado de ser “consumidores” y observadores, a ser sujetos activos de la sostenibilidad.Ello se observa cuando 6 de cada 10 españoles consideran que ellos son los principales agentes para enfrentar y abordar la sostenibilidad después del Gobierno y las ONGs (78%), y las empresas privadas (44%).
Los ciudadanos están poniendo de manifiestocomportamientos razonables y responsables, reforzado seguramente por la crisis. Observamos el incremento y la penetración de hábitos relacionados con la sostenibilidad: como el reciclaje (78% lo hace siempre o a menudo), el control del uso de la electricidad (60%), o la compra de productos que llevan implícito un ahorro energético (63%)
Aunque todavía no es un concepto que haya generalizado su fuerza para provocar un switch de marca en la compra (solo cambiarían de marca por motivos de sostenibilidad un 42% de los españoles), o para incrementar el gasto sobre el producto en la compra (21% si pagarían un plus), casi 8 de cada 10 individuos consideran relevante que las compañías ejerzan un compromiso real con al menos uno o varios de los elementos que engloban la sostenibilidad. Y estos elementos se concretan, por orden de importancia en:
- Promover el consumo y la producción basada en el cuidado del medio ambiente
- Preservar la cantidad y la cualidad de los recursos naturales
- Salvaguardar el futuro
La sostenibilidad sí es un elemento con impacto en la reputación social de las compañías y, por tanto, forma ya parte de la demanda de los consumidores, a su imagen y a las expectativas de responsabilidad que tienen sobre ellas.
Raúl Herranz es Director de Desarrollo de Nuevo Negocio de TNS.
Artículo de TNS