El consejo de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha decidido dar luz verde a la operación de fusión entre Antena 3 y La Sexta pero lo ha hecho imponiendo ha un paquete de condiciones que, según lo valoran fuentes del sector, es más duro que el que se fijó para la integración de Telecinco y Cuatro.
Con estas condiciones,
que tendrán una vigencia de cinco años, la CNC trata de evitar los problemas de
competencia "significativos" que la operación puede generar en
distintos mercados audiovisuales en España, en especial en el publicitario, por
la desaparición de La Sexta como operador independiente y el mayor poder de
mercado que tendrá Antena 3.
Antena 3 ha comunicado a
la CNMV que estudiará las condiciones impuestas "en profundidad" en
los próximos días, antes de decidir si sigue adelante o no con la operación,
tomando la decisión "que mejor convenga a los intereses de la sociedad y
de sus accionistas".
Así, entre las
condiciones fijadas para asegurar la competencia en el mercado publicitario, se
exige a Antena 3 y a La Sexta que rompan sus acuerdos de gestión conjunta de
publicidad en canales de TDT en abierto de terceros y les prohíbe volver a
firmar pactos de este tipo.
Las cadenas tendrán que
comercializar de forma separada los espacios publicitarios de sus dos canales
de televisión en abierto de mayor audiencia, a través de sociedades diferentes.
Cada una de estas sociedades podrá comercializar productos publicitarios de
otros canales "cuya audiencia conjunta no supere el 18% de cuota semestral
media". Una cuota más exigente que la que se impuso a Telecinco y Cuatro.