De acuerdo al sitio especializado defesante, las autoridades brasileras, tras invertir más de USD192
millones en los últimos 6 años, no lograron interesar a socios estratégicos de
Estados Unidos, lo que le impide trasnferir tecnología espacial fabricada en
ese país y que fuera prohibida en 2002 tras fracasar un acuerdo de salvaguardias de tecnología entre Brasil y Congreso de EE.UU.
El artículo también hace mención a la administración
errática de ACS, la imposibilidad de recibir fechas de lanzamientos de los
organismos internacionales y la contracción del mercado.
Es de recordar que en 2006, Brasil firmó un acuerdo con
Ucrania que preveía que ACS sería creada para realizar lanzamientos al espacio
de satélites impulsados por cohetes de Ucrania, los cuales rendirían una
ganancia de USD50 millones por cada uno de los lanzamientos, además de la
transferencia tecnológica de Ucrania a Brasil.