En concreto, hasta 209 editoriales se repartieron 2,02
millones de euros en ayudas para la publicación de sus obras. Además, los
editores de hasta 109 cabeceras tuvieron acceso a 1,71 millones de euros
adicionales. En total, el Gobierno compromete por ambas resoluciones un
desembolso de 3,74 millones pese a las crecientes restricciones
presupuestarias.
La firma más beneficiada en el reparto de fondos para la
edición de libros –correspondientes al año 2012- es Galaxia Gutenberg, con
29.593,55 euros, seguida por Editorial Crítica y Errata Naturae Editores,
también por encima de los 29.000 euros. Por detrás, un grupo importante de
editoriales –entre ellas Ediciones Akal, Libros del Asteroide o Calambur
Editorial- se mueve en el entorno de los 27.000 euros. Entre los libros
subvencionados, desde clásicos como una nueva edición de los Cuentos Completos
de Chéjov (Editorial Páginas de Espuma) hasta aproximaciones a los Rolling
Stones (Ediciones Traspiés), pasando por reflexiones sobre el ¿Fascismo en
España? (Sepha Edición y Diseño).
Las ayudas a las revistas culturales se dividen en dos
partidas, una destinada a empresas – asciende a 1,27 millones de euros- y otra
a instituciones sin fines de lucro –se eleva a 437.343,25 euros-. De la primera
beben 74 editoras, entre ellas Unidad Editorial –editora del diario El Mundo-,
que obtiene 28.409 euros por La aventura de la historia y Descubrir el Arte.
Entre las publicaciones subvencionadas, cabeceras como Iglesia Viva, Cocina
Futuro, Ruta 66, Rock de Lux, Política Exterior, Ecología Política, Letras
Libres, Ópera Actual, Le Monde Diplomatique o Zirkolika –revista de las artes
circenses-.
Revistas publicadas por instituciones sin ánimo de lucro
como Revista de Occidente o Foreign Policy
–y así hasta 35- también reciben
fondos. Cuadernos de pensamiento político, revista editada por FAES –el
laboratorio de ideas del PP- se apuntó 13.333,33 euros. Todo pese a que Wert
aseguró el pasado mes de abril, durante la toma de posesión de su número dos,
José María Lasalle, que uno de sus objetivos al frente del Ministerio era
“acabar con la cultura de la subvención”, si bien precisó que no “con las
subvenciones a la cultura”. Uno de los pilares en ese esfuerzo era precisamente
la puesta en marcha de una nueva ley de mecenazgo.
Cultura argumenta el gasto en subvenciones al colectivo de
revistas debido a su importancia como reflejo de la transición.