La justicia argentina ordenó el remate de la Papelera Quilmes o ex Massuh con una base de USD24 millones, recibiendo ofertas hasta el 9 de agosto.
La pastera recuperada tuvo su intento de salvataje con un fideicomiso del Banco Nación y se usó como modelo para Papel Prensa. El dinero se diluyó y sus productos sólo fueron comprados por el estado.
El último intento por recuperar la planta la encabezó el gobierno nacional, hace más de un año, con un proyecto de estatización diseñado por el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
La conformación de un fideicomiso con la ANSeS, Nación Fideicomiso, el gremio y la empresa Massuh, no alcanzó para mantener en funcionamiento una de las pasteras más denunciadas por contaminación de tierras y aguas del conurbano bonaerense.
La ex Massuh albergaba 500 obreros y la misma está montada sobre un terreno de 342.559 metros cuadrados, permaneciendo fuera de funcionamiento, desde el alejamiento de Estado.
El inmueble también incluye un inconveniente para quien lo adquiera: resolver el desalojo de un grupo de personas que permanecen en los terrenos lindantes, viviendo en casillas.