Tras una prolongada enfermedad, el cineasta chileno radicado en Francia, Raúl Ruiz, murió este viernes en París a los 70 años.
Raúl Ruiz Pino o Raoul Ruiz, nació en Puerto Montt, el 25 de julio de 1941, fue un notable cineasta chileno y un teórico del cine radicado en Francia, país en el que se exilió luego de que ocurriera en Chile el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Formó parte de una generación de directores chilenos políticamente comprometidos, como Miguel Littín y Helvio Soto. Pero gradualmente se le catalogó como un autor distinto, que creaba películas cada vez más creativas, surrealistas, irónicas y experimentales. Es considerado por muchos como el cineasta chileno más importante de la historia.
En sus primeros años, su familia migró desde Puerto Montt a Santiago. Una vez en la capital, a los 15 años, se vinculó a grupos de teatro experimental. Entre 1956 y 1962 habría escrito ya un centenar de obras dramáticas de vanguardia. Mientras tanto, comenzó estudios universitarios de Derecho y Teología.
El primer acercamiento al cine fue como director del inconcluso cortometraje “La Maleta”, de 1960. Siguió un par de producciones que también fueron abandonadas. En 1968 termina su primera película, “Tres tristes tigres”, una película basada en el deambular nocturno de unos juerguistas, en la que ya es posible encontrar muchos elementos de su estilo posterior.
No tuvo mayor repercusión en su época, pero décadas después sería rescatada por la crítica y la academia, como uno de los mejores trabajos de su período inicial.
Luego vino una serie de trabajos con temáticas políticas, como “Militarismo y tortura” (1969), “¿Qué hacer?” (1970), “La colonia penal” (1970). Estas producciones se fueron desarrollando simultáneamente con la elección y gobierno del presidente Salvador Allende, entre 1970 y 1973, que apoyó estas películas a través de la productora estatal Chilefilms.
Entre 1969 y 1972 fue profesor de cine del Instituto de Arte de la Universidad Católica de Valparaíso. En esta época Ruiz también hizo un par de cortometrajes junto con su esposa, Valeria Sarmiento.
En 1973 filmó una de sus más conocidas películas, "Palomita Blanca", basada en la novela del mismo nombre de Enrique Lafourcade. Ese mismo año viajó a Argentina, y a principios de 1974 se exilió en Francia.
La primera retrospectiva que se le hizo en España fue en 1979, en Alcalá de Henares (en colaboración con la Filmoteca Española). Ya había rodado “La vocación suspendida” (1977) y un imaginativo “La hipótesis del cuadro robado” (1978), que llamaron la atención.
Alcanzó notoriedad internacional ya a principios de los años 1980 con películas como “El territorio” (1981), “Las tres coronas del marinero” (1983) y “La isla del tesoro” (1985). Ha utilizado textos de muy diversos autores, así Kafka o Klossowski.
Su tarea ha continuado veinticinco años más, entre otros filmes con “Las soledades” (1992), “El tiempo recobrado” (1998), “Días de campo” (2004), “La Recta Provincia” (2007), “Litoral, cuentos del mar” (2008). Y ha sido elogiado unánimemente su largometraje de 2010, “Misterios de Lisboa”, de cuatro horas y media, basado en el largo folletín homónimo de Camilo Castelo Branco (en 2011 aparece una versión larga en seis partes para la TV).
Fue rodado en Portugal y ha sido producido, una vez más, por Paulo Branco, que ha apoyado mucho cine de calidad. Trata de transmitir la cultura popular manteniendo un tono inactual como Manoel de Oliveira.
Fue un autor verdaderamente prolífico, dirigió más de 200 películas, en las que se alternan los formatos (35 mm., 16 mm. o video); ha trabajado en producciones de bajo presupuesto, así como en películas para televisión, y superproducciones con grandes estrellas europeas y norteamericanas como John Malkovich, Marcello Mastroianni, Catherine Deneuve o John Hurt.
En 1983 la revista francesa Cahiers du Cinéma, referente de la vanguardia cinematográfica francesa, le dedicó un número especial a Ruiz, lo que revela la apreciación internacional del artista.
En 1997 el gobierno chileno le entregó el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisual. El mismo año ganó un Oso de Plata en el Festival de Berlín por una "extraordinaria contribución artística" con “Généalogies d'un crime”.
Con “Misterios de Lisboa”, ganó en 2010 la Concha de Plata al Mejor Director, en el Festival de San Sebastián.