Uno de los creadores y actual cara visible de Cuevana, Tomás Escobar, dijo en entrevista que decidió convertir el portal en el canal de streaming de cine independiente más importante de Latinoamérica y que irán dando de baja las películas sin acuerdos comerciales.
De esta manera, Escobar planea bajar el nivel de
conflictividad que rodea a Cuevana por medio de productos que las grandes
distribuidoras autoricen y la distribución de cine independiente: “Si nos
dieran la opción de reconvertirnos de cero a cien en un día, lo haríamos”,
afirmó el joven de 22 años en un reportaje con la revista Brando, en la que
sostuvo que el cambio se hara en el mediano plazo.
Su plan para sacar al portal de los
conflictos legales empezó con un acuerdo con el INCAA. El objetivo de Escobar
es transformar Cuevana en el canal de visualización de cine independiente
(tanto nacional como del resto de los países de América Latina), que sufre la
desventaja en cantidad de salas y tiempos de exposición frente al mainstream
extranjero.
Mientras tanto, de manera paulatina, irá
decreciendo la oferta de películas sin acuerdos hasta convertirse, a mediados
de 2012, en una plataforma que sólo ofrecerá contenidos autorizados por los
dueños. También, está negociando un convenio con las grandes distribuidoras de
películas para reproducir sus productos de manera legal y un perdón por los
derechos lesionados hasta acá.
“Cuevana creció y sigue siendo lo que es
gracias a los usuarios. Por eso, quiero un modelo que les sirva a todos, a los
usuarios y a la industria. Yo no estoy en contra de la industria. Cuevana les
conviene porque generó una necesidad que antes no existía. Le generó un valor a
sus productos, los favoreció”, explicó el joven.
De acuerdo con esto, el modelo de negocio
sería un fondo de inversión y los ingresos por publicidad pagarían las
licencias de las distribuidoras. Habrá que ver si funciona.