El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTI), organismo pionero en medir el impacto lumínico de las nuevas pantallas LED en la vía pública de Buenos Aires, es solicitado para realizar similares estudios en el interior del país, como en Córdoba y Mendoza.
Las pantallas publicitarias con tecnología
LED en la vía pública tienen un elevado protagonismo en la escena porteña, con
su gran potencia lumínica, animación y magnitud. Ubicadas en centros
neurálgicos de la Ciudad de Buenos Aires, como en la zona del Obelisco y en las
avenidas Corrientes, Córdoba y Cabildo,
entre otras, las pantallas se van convirtiendo en un rasgo característico de la
ciudad.
Las nuevas tecnologías traen aparejados
nuevos usos y requieren de estudios específicos que den cuenta del impacto
ambiental que pudieran generar. Así fue como la irrupción en escena de estas
nuevas pantallas LED en la Ciudad de Buenos Aires, ha derivado en la necesidad
de modificar la Ley de Publicidad Exterior (del Gobierno de la Ciudad N°
2936/09) con el fin de agregar requisitos técnicos específicos para la
publicidad luminosa y animada en la vía pública.
En su modificatoria, publicada como Ley
4118, se exige como condición principal para el otorgamiento de permisos de
instalación de este tipo de pantallas, estudios de impacto lumínico al tránsito
vehicular y peatonal, y acompañar la propuesta de colocación con fotografías y
una memoria descriptiva de las características generales del anuncio.
Primer estudio de impacto lumínico
El INTI es el organismo pionero en el
estudio de impacto lumínico generado por estas pantallas. La Unidad Técnica de
Luminotecnia del Centro INTI-Física y Metrología realizó la primera medición de
luminancias del país, a la megapantalla LED - la más grande de Latinoamérica
(27 x 21 metros)- emplazada frente al Obelisco. Sentando precedente con su
exhaustivo informe, a la fecha sigue realizando este tipo de estudios a varias
pantallas de la ciudad, mientras que los municipios de Córdoba y Mendoza ya
recomiendan al INTI como referente para realizar similares estudios de impacto
lumínico en sus localidades.
El estudio principal consta de una medición
realizada por un luminancímetro digital que registra la luminancia para cada
uno de los ocho colores que componen la imagen proyectada, que fue diseñada por
los técnicos del INTI, y la diferencia de estos índices entre la proyección
diurna y nocturna.
Tomando como referencia normativas
internacionales, el INTI detalla en su informe final observaciones,
recomendaciones, aportes y sugerencias para el correcto uso de las pantallas
según el lugar donde están emplazadas. Si bien cada caso es específico y
particular porque depende de la ubicación, dimensiones, potencialidad y tipo de
animación que proyectan, entre las recomendaciones generales se indican las de
ajustar los niveles de luminancia nocturnos por debajo de 400 candelas por metro
cuadrado para cualquier color; normalizar el nivel de blanco a un 75 por
ciento, y prescindir de secuencias rápidas de cambio de imagen que contengan
blancos puros.
Sumado a ello, el INTI realiza un registro
fotográfico y una memoria descriptiva de la visibilidad de la pantalla desde
todos los carriles vehiculares que la circunden (contemplando un campo de
visión central del conductor de 36°), desde todos los recorridos peatonales
(contemplando una altura de peatón de 1,40 a 1,80 m), y monitorizando que no
interfieran con la correcta señalización vial (semáforos, carteles indicadores,
etc.).
Todos estos estudios tienen el objetivo de
regular la actividad publicitaria exterior con el fin de evitar la distracción
de los conductores y peatones, y proteger, promover y mejorar los valores del
paisaje urbano.
El uso de las pantallas LED en debate
Al tratarse de un fenómeno contemporáneo,
aún no existe una ley que reglamente los máximos lumínicos permitidos, ni
consenso entre especialistas frente al grado distractivo de las pantallas de
LED en la vía pública. Como toda innovación, estas megapantallas desafían la
normativa existente y avivan un debate que aun sigue en la búsqueda de
consensos. Mientras tanto, el INTI aporta su capacidad y calidad técnica para la
medición del impacto lumínico al tránsito vehicular y peatonal, y se expide con
recomendaciones, aportes y sugerencias para un uso adecuado de esta tecnología.