Se trata de los impuestos no pagados por Amazon por los
beneficios obtenidos en Francia entre 2006 y 2010, precisan al citar
información pública difundida por la autoridad bursátil estadounidense
(Securities & Exchange Commission, SEC).
Amazon afirmó en un comunicado que tiene intención de apelar
la sanción del fisco francés e, incluso, acudir a los tribunales si es preciso,
aunque se mostró dispuesto a negociar un acuerdo.
El gigante estadounidense de venta en línea aprovecha la
legislación europea para declarar sus beneficios en los países de menor
fiscalidad, en este caso en Luxemburgo.
Una práctica que también utilizan otras grandes empresas de
Estados Unidos, como el buscador Google, al que el fisco francés reclama 1.700millones de euros en concepto de atrasos de impuestos, ya que el grupo declaró
sus beneficios en Irlanda.