España es el país de la Unión Europea con los precios más caros de los servicios que incluyen teléfono fijo, banda ancha y televisión de pago. Es más, según un estudio comparativo realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los precios que pagan los españoles llegan a doblar a los de otros países, como Francia.
El análisis compara las mejores ofertas de 47 proveedores de
triple play de ocho países (España, Alemania, Bélgica, Francia, Holanda,
Italia, Portugal y Reino Unido), para tres perfiles de consumidor: el que
contrata el paquete básico de televisión, el que lo hace con canales
específicos de cine y el de la opción fútbol.
En España, un cliente del operador dominante llega a abonar
94,39 euros por el paquete básico, mientras que en Francia solo tienen que
desembolsar por el mismo servicio 47,9 euros. De hecho, incluso con la tarifa
más barata, los españoles pagan un 67% más que sus vecinos del norte. En el
paquete que incluye la opción cine, España ofrece los precios más altos, pues
el operador más barato cuesta un 31% más que la opción más económica de otros países,
mientras que el operador dominante se dispara al doble.
Sin embargo, si se incluye el fútbol, las diferencias se
estrechan. En este caso siguen siendo los usuarios franceses los más
privilegiados, ya que por 53,90 euros al mes pueden disfrutar del deporte rey,
frente a los casi 90 euros que abonan los televidentes nacionales. Solo lo
pagan más caro los italianos.
Y lo peor de todo es que, dice la OCU, nada explica estos
precios, pues las empresas españolas no ofrecen nada especial que justifique
estas diferencias. Es más, los usuarios de otros países europeos disfrutan de
productos más veloces a mejor precio, prácticamente sin límites de descarga, al
igual que en España, y con un número de canales de televisión similar.