Facebook ha tenido que reconocer que la forma en la que el botón “Me gusta” recopila los datos de los usuarios no es la más apropiada, ya que puede dar lugar a la transmisión de datos personales a otras páginas webs de terceros.
La fuga de datos tiene lugar incluso si no se está loggeado
en Facebook al visitar una página web que incorpora el botón “Me Gusta”.
Facebook ha pedido a los usuarios que “crean en la compañía” y que resolverá el
problema –que tiene que ver con las cookies que se quedan en el ordenador de
los usuarios- en menos de 24 horas.
Así pues, Facebook reconoce que los datos personales de los
usuarios han podido verse comprometidos. En The Wall Street Journal explican cómo
se produce esa falta a la privacidad, descubierta gracias a un internauta
australiano.
Facebook reconoce que toma datos personales, pero asegura
que los borra y que no los utiliza para servir anuncios segmentados a los
usuarios de acuerdo con aquello que aseguran que les gusta al pulsar el botón.
Sin embargo, parece no ser así.