Francia y Luxemburgo son los primeros países de la Unión Europea en equiparar el IVA de los libros digitales con el de los libros impresos.
El parlamento francés votó el pasado 16 de noviembre de 2011 el presupuesto para 2012, que
incluía el aumento tipo de IVA reducido del 5,5% al 7% como parte de una serie
de medidas financieras destinadas a paliar el déficit público del estado
francés. Y los libros, en su conjunto, forman parte de la categoría de
productos de consumo a los que se aplica el nuevo IVA reducido. Cabe decir que
algunos productos de primera necesidad (como productos destinados a la alimentación
humana y animal, y otras excepciones) siguen teniendo un IVA reducido del 5,5%.
En una reciente votación (21/12/2011), la
Asamblea ha decidido aplazar tres meses la aplicación del nuevo IVA reducido a
los libros impresos, por lo que estará vigente a partir del 1 de abril 2012, y
no del 1 de enero como se había aprobado en un principio. Esta moratoria se ha
aprobado para dar más tiempo a las librerías y editoriales para adaptarse a las
nuevas circunstancias.
Sin embargo, este aplazamiento no afecta a
la decisión de reducir el IVA de los libros digitales, que hasta el 31 de
diciembre de 2011 era del 19,6% y que desde el 1 de enero de 2012 es del 7%,
como el de los libros en papel.
Por su parte Luxemburgo anunció
(12/12/2011) que a partir del 1 de enero de 2012 los libros digitales pasarían
a tener el IVA reducido del 3%, el mismo porcentaje que tenían los libros de
papel desde el año 1992. Casualidad o no, las oficinas centrales europeas de
Amazon están situadas precisamente en la ciudad de Luxemburgo.
Recordemos que la equiparación del IVA para
todos los formatos de los libros se enmarca en la directiva de la Unión
Europea, que en 2009 acordaba impulsar el IVA reducido para los libros
digitales a partir de 2011 (véase la nota de prensa). Y aunque no se trataba de
una medida obligatoria y los países han mantenido un IVA más alto para los
libros digitales (por ejemplo España aplica 18% para los digitales versus el 4%
en papel, Italia 20% versus 4%, Alemania 19% versus 7%, o el Reino Unido 20%
versus 5%), parece lógico que a medida que el libro digital vaya ganando peso
se reivindique su consideración de libro en tanto que producto cultural
necesario, a todos los efectos.