El Grupo Prisa y Telefónica de España que deberán adecuar sus inversiones en los medios de comunicación audiovisuales que tiene en Argentina ante una ley que establece límites y prohibiciones para las licencias de emisora de televisión y de radio.
Tras una sentencia de la semana pasada de
la Corte Suprema contra un pedido del grupo Clarín de declarar inconstitucional
el artículo que obligaba a desinvertir y a desprenderse de algunas licencias de
televisión, ahora las empresas españolas tendrán plazo hasta el 7 de diciembre
para cumplir con ese artículo.
Telefónica es adjudicataria de Telefé en la
capital porteña y de ocho canales más de televisión abierta en provincias. Las
autoridades cuestionan, además del número, que se trate de capital extranjero
en su totalidad -la norma sólo permite hasta un 30 por ciento- y que el
propietario preste a la vez un servicio público, algo prohibido por la ley.
Prisa cuenta con las licencias de radio
Continental en Buenos Aires –la quinta AM más oída, que compró a Telefónica- y
otras cuatro emisoras aquí y en otras ciudades. En su caso, los
cuestionamientos de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación
Audiovisual (AFSCA) se refieren a la duplicidad de frecuencias y la mayoría de
capital extranjero.
La nueva ley de medios audiovisuales fue
promulgada en 2010 basada en el espíritu del informe del Premio Nobel de la Paz
Sean Mc Brady para la Unesco, 'Voces múltiples, Un solo mundo', establece la
redistribución de las licencias en tres tercios a cada sector: privado, público
y sociedad civil.
Por eso es que los medios privados, hasta
ahora mayoritarios, deberán empezar a desprenderse de algunas emisoras
traspasándolas a quien pudiera interesarse y puedan mantenerlos en estas epocas
de caidas en cuanto a las pautas publicitarias.