La semana pasada dirigentes de la industria del call Center en Chile se reunieron con el nuevo subsecretario del Trabajo para buscar formas de evitar el traslado de las empresas a países vecinos.El martes de la semana pasada, apenas había asumido Bruno Baranda, llegaron hasta las oficinas de Huérfanos con Teatinos, en el centro de Santiago, los dirigentes de la Asociación de Empresas de Callcenter (ACEC).
Su idea era exponer la problemática que está enfrentando esta industria y que, según la Federación de Trabajadores de Callcenter (Fetracall), ya provocó la pérdida de 4.500 empleos.
Desde el año pasado, las empresas que son atendidas por los call centers chilenos comenzaron a trasladar sus servicios de atención telefónica al cliente a Perú y Colombia por los menores costos en mano de obra que existen en estos dos países latinoamericanos.
“Las decisiones de trasladarse parten por un tema de precio. Por ejemplo, en Perú el costo laboral es bajísimo. Aquí tenemos un ingreso mínimo de US$300 y allá es de US$200. Además, su economía va creciendo a un ritmo muy acelerado comparado con otros países de América Latina y existe un gran desempleo informal. Por lo tanto, la mano de obra es muy barata y es mucha”, asegura el presidente de la ACEC, Nicolás Kokaly.
En esta industria, la referencia que se toma para medir los costos laborales es la hora posición. Según las cifras que manejan en la ACEC, en España ésta es de US$14 y en Chile es de US$10 promedio.
Sin embargo, ese mismo servicio en países como Perú y Colombia cuesta 30% menos. En esta industria estos números pesan y harto: el 65% de sus costos corresponden a recursos humanos.
Es de recordar que esto es lo que hicieron dos de las más grandes compañías de telecomunicaciones del país, Movistar y Entel, que trasladaron sus operaciones de atención a clientes chilenos en estos países.
Vía La Nación