El Grupo Prisa ha aprobado recientemente un nuevo código de conducta sin contar con los comités de empresa de las distintas compañías, en el que condena que los periodistas trabajen para otros medios y que no sean leales a los objetivos empresariales del Grupo, pidiéndole a sus periodistas evitar conflicto entre los intereses personales y los de la empresa.
Este código presta especial atención a los
regalos que reciben los redactores y establece unas medidas para evitar
sobornos.
Uno de sus puntos principales establece que
los empleados de Prisa 'deberán actuar siempre, en el cumplimiento de sus
responsabilidades, con lealtad y en defensa de los intereses de Prisa, evitar
situaciones que pudieran dar lugar a un conflicto entre los intereses
personales y los de la empresa y abstenerse de representar a Prisa, intervenir
o influir en la toma de decisiones en cualquier situación en la que, directa o
indirectamente, él mismo o una persona a él vinculada, tuviera interés
personal'.
También establece que los empleados no
podrán realizar tareas, trabajos o prestar servicios en beneficio de empresas
del sector o que desarrollen actividades susceptibles de competir directa o
indirectamente o puedan llegar a hacerlo con las de Prisa.
El Grupo mediático presta una especial
atención a los regalos que reciben los empleados e impone una serie de medidas
contra el soborno y la corrupción. 'Los empleados de Prisa no podrán aceptar
regalos, atenciones u otro tipo de dádivas de cualquier persona o entidad, por
razón del cargo que ocupen en Prisa'. Dice además que 'no podrán entregar u
ofrecer, de forma directa o indirecta, regalos, atenciones u otro tipo de
dádivas a clientes, socios o a cualquier otra persona o entidad, que mantenga o
pueda mantener relaciones con la empresa, que puedan alterar el desarrollo de
las relaciones comerciales, administrativas o profesionales de Prisa'.
El código establece igualmente que los
empleados de Prisa estarán obligados a informar a sus superiores jerárquicos
todos aquellos regalos, obsequios y atenciones que hubieran recibido y ponerlos
a disposición de la empresa, cuando a juicio de la Dirección de Recursos
Humanos de la empresa, éstos no cumplan las condiciones para ser calificados
como regalos o atenciones permitidos.
Tampoco podrán realizar ni ofrecer, de
forma directa o indirecta, ningún pago indebido a cualquier persona al servicio
de cualquier entidad, pública o privada, partido político o candidato para un
cargo público, con la intención de obtener o mantener, ilícitamente, negocios u
otras prerrogativas.
Advierten de que 'cualquier trabajador de
Prisa que tenga acceso o reciba información privilegiada, deberá cumplir las
reglas establecidas en la Ley del Mercado de Valores, absteniéndose de operar
con las acciones y valores de renta fija de Prisa'.
Por último, recuerda que 'la información
que no haya sido hecha pública y que sea propiedad de Prisa, tiene, con
carácter general, la consideración de información reservada y confidencial, sin
que su contenido pueda ser desvelado a terceros, con la única excepción de las
obligaciones de tipo legal, administrativo o judicial que vengan impuestas en
tal sentido'. Para ello, Prisa y sus empleados deben poner los medios de
seguridad suficientes y aplicar los procedimientos establecidos para proteger
la información reservada y confidencial.
Los representantes de los trabajadores, que
aún están estudiando el documento, aseguran que no le dan ningún tipo de valor
jurídico a estas normas de comportamiento, puesto que no se ha contado con los
comités de empresa de Prisa para su aprobación.